Trébede

sábado, marzo 04, 2006

NOCHE DE VIENTO

Hoy no he pegado ojo, el viento golpeaba sin parar en mi ventana y parecía que toda la casa fuera a salir volando arrastrada por este huracán. No me gusta el viento, lo odio, es más me da miedo. Si lo oigo silbar y aún no ha llegado la noche no me importa, pero si ya oscureció me da pánico. Casi nadie lo sabe y no me gusta decirlo, más que nada porque me resulta un poco infantil tener estos miedos.
Esta noche ha sido de las peores, normalmente cuando me meto en la cama duermo a pierna suelta pero ayer no fué así, la persiana no dejaba de golpear contra la ventana y los árboles que están junto al río entonaban ese murmullo incesante que te envuelve y te inquieta. Para colmo, los gatos vagabundos que campan por mi barrio como si fuera suyo no han dejado de maullar, pelearse y quejarse con esos ruidos que imitan el llanto de un niño y que me desesperan. En fín , que ha sido una de esas noches en las que suena el despertador al amanecer y tú aún estás pensado si el sueño se lo ha llevado el viento o lo tienes intacto para la noche siguiente...

1 Comments:

Blogger Enrique Gallud Jardiel said...

"La distancia ... entre dos personas". En sentido literal. Para mí, el que no rie, el que siempre toma todo en serio, no es persona, ni de lejos. Así, los que matan directa o indirectamente. Si tomáramos a risa nuestras ideologías y creencias harìamos mucho menos mal.

11:41 a. m.  

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