Trébede

martes, febrero 03, 2009

MAÑANA DEL MARTES

Esta mañana me ha tocado madrugar porque media empresa está enferma y claro, hay que ser buena gente y venir a las ocho de la manaña. Me mentalicé ayer y hoy me he levantado de buen humor a pesar de que el calorcito que había en la cama me decía "duerme...duerme otro rato".

Llego al trabajo y me encuentro que ninguno de los ordenadores funciona, no hay forma de hacer que se pongan en "on" y sin ellos no puedo trabajar, ni atender a la gente, ni cobrar y ni tan siquiera dar un sólo precio porque todo está dentro de su cabeza de cables y chatarra. Respiro,cuento hasta diez y me dan ganas de llamar al informático y decirle que estoy harta de sus ordenadores y de los problemas que dan cada dos por tres, a pesar de ser todos nuevos.

Empiezo a investigar y llego a la conclusión de que el problema es eléctrico, o eso me parece,así que manos a la obra como si fuera Pepe Gotera, me he puesto a enchufar y desenchufar con regletas de enchufes, cables y demás artilugios hasta que he resucitado a dos equipos de los cinco que tenemos.
Los otros dos deben de estar enfermos pero en fase terminal porque no despiertan y llevo dos horas de cuidados intensivos. En fin, tendré que conformarme con estos dos equipos y llamar a mi querido amigo el "informático" para que solucione el tema, mas que nada, porque he arreglado los dos equipos que están más lejos de mi puesto de trabajo y ando como una moto atendiendo a la gente a distancia.

Cualquier otro día a estas horas no venía nadie, hoy parece esto la verbena de la paloma y en vez de ser cinco trabajando, estamos dos porque el resto, pobrecillos, están peleando contra los virus.


En la calle empieza a caer la nieve, hace frío y mi estómago empieza a pedirme un café calentito para no entrar en huelga como casi todo lo que tengo hoy cerca y el reloj solo marca las diez...