Trébede

martes, febrero 06, 2007

FIESTA


Este fin de semana estábamos de cumpleaños, se celebró el de uno de mis amigos y sin pensarlo mucho fuimos a hacerle una visita al Burgo de Osma.

Yo conocía el pueblo de otra visita que hice, tenía muy buenos recuerdos y la verdad es que me lo pasé genial allí. La gente muy simpática, el pueblo precioso con una catedral fantástica, casi todas las calles peatonales con casas típicas de castilla, llenas de ladrillo rústico y balconadas de madera y un bonito paseo rodeando la muralla. A todo esto le añadimos la compañía de un grupo de amigos, la cena en la que no faltaron mil anécdotas, risas y mucho jolgorio; unas copas después de cenar y una cama abrigada y confortable que Valen y yo compartimos y nos supo a gloria.

El domingo amanecimos con un día precioso lleno de luz que nos regaló un paseo por todo el pueblo, unos vinitos en los bares más típicos y una comida regada de buena conversación. Para despedirnos tomamos un café en uno de los edificios históricos ahora acondicionado como un buen hotel y sin darnos cuenta volvimos a la rutina y a la vida diaria. Sin duda repetiremos y espero que la gente se anime porque el lugar merece la pena y sus gentes también.

13 Comments:

Blogger Gonzalo Villar Bordones said...

hermoso pueblos. deben haber sido entretenidas las conversaciones y sabrosos los vinos.

5:37 p. m.  
Blogger Javier Romero said...

Los días que pasas fuera de la rutina rellenan el espíritu curioso que tantas personas tenemos. Después volvemos a vaciarlo por goteo durante las semanas tediosas hasta que volvemos a surtirnos de nuevo.

Algún día visitaré Burgo de Osma. Hay cientos de lugares por lo que me encantaría pasear, más aún si tienen murallos y paseos junto a ellas.

Abrazos múltiples.

7:18 p. m.  
Blogger Antona said...

Buena gente por Castilla.Mi fiesta fue menos tranquila.
salu2

7:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esos son los fines de semana que merecen la pena pasar de vez en cuando, desconectar de todo, estar con la gente que se quiere y pasarlo bien.

Me alegro mucho que lo pasases bien.

Bss.

8:01 a. m.  
Blogger NoSurrender said...

Castilla la Vieja es hermosa y triste. Es como una caricia áspera.

Y se come de maravilla ¿verdad?;)

5:54 p. m.  
Blogger fractal said...

España está salpicada de pueblitos así, antiguos y tranquilos. Tienen la paz de una abuela.

Que buenas las charlas con amigos!

Bueno, esto que cuentas es parte de la vida también, ¿no? sólo que, por no ser noticiable, a veces olvidamos contarlo. Sin embargo es tan importante! Por eso me gustó leerlo.

Abrazos

10:34 a. m.  
Blogger Escritor en el Tejado said...

¡¡Ah, los dulces fines de semana castellanos!! Qué tiempos...

2:24 a. m.  
Blogger Unknown said...

QUE ENVIDIA!
que chulada de viaje, de escapada y me ha encantado la foto...
acabo de descubrirte via el raton caramelon, te espero en mi blog, espero que te guste. Besos.

9:32 p. m.  
Blogger Paula said...

Los pueblos de castilla...


Cuánto tiempo hace que no los visito. Me entró morriña al leerte

Un abrazo

2:26 p. m.  
Blogger El detective amaestrado said...

Que envidia, estando en Canarias recordé mis viajes de este verano...

10:12 p. m.  
Blogger Zebedeo said...

Otro de los innumerables puntos de la geografía española que me faltan por recorrer pero que no pierdo la esperanza de ir algún día.
Por lo que cuentas el pueblo en sí tiene muy buena pinta, perdona mi ignorancia pero ¿donde queda exactamente?

11:44 a. m.  
Blogger Gubia said...

Hola a todos y gracias por vuestros comentarios.
Zebedeo, el pueblo está en la provincia de Soria y sí que merece la pena, os lo aconsejo a todos.Un abrazo.

1:55 p. m.  
Blogger Elena Casero said...

Me ha llamado la atención el nombre del blog: Trébede. Una de esas palabras que cada vez se utilizan menos.

Soria. Aquí una enamorada de Soria y de su provincia. La primera vez que fui con mi familia teníamos pensado estar dos o tres días. Nos quedamos quince.

Creo que eso resume lo que nos produjo estar allí.

Saludos

10:43 a. m.  

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