Trébede

miércoles, diciembre 12, 2007

HIPERMERCADOS NAVIDEÑOS

Esto parece un parte meteorológico, pero hoy tengo cuatro bajo cero en la calle y la calefacción parece que no puede hacer nada para que el termómetro suba a más de 19 grados. Pero bueno, estamos en diciembre y aquí las cosas son así.

Llega la navidad y como prometí ya tengo comprados los regalos, siempre útiles, a mi eso de comprar bobaditas inservibles me da mucha rabia. El pasado sábado hicimos las compras más importantes, los juguetes de nuestros sobrinos; la verdad es que para sacarme de quicio solo hace falta llevarme a un centro comercial y meterme en la zona de juguetes, me pongo mala.
Lo padres hablando con el vecino del quinto, porque a pesar de estar en una ciudad grande, a todos los padres se les ocurre ir al hiper mercado a soltar por allí a los niños en plan manada. Y los críos mientras tanto desguazando juguetes de las estanterías y dándote empujones mientras miran hacía ti y piensan: Oye tía, ni se te ocurra tocar este juguete. Vamos, que te dan ganas de pedir permiso y todo.

Me pregunto si a los padres de hoy en día, tan modernos y tan guays ellos, no se les pasa por la cabeza eso de aprovechar los días libres para llevar al niño al campo, ponerles el abrigo y enseñarles cómo es un acebo para que cuando crezcan no piensen que esas bolas rojas que hay en un arbusto no son cagaditas de pájaros.
Me sigo preguntando si no es más interesante llevar a un niño a una biblioteca y hacer que desde pequeño sienta el gusto por la lectura, porque cuando uno quiere darse cuenta han crecido demasiado y es tarde.
Pero claro, hacer todo eso no mola, lo mejor es llevar al niño al super, dejar que dé guerra a conciencia; volver a casa y enchufar la consola y que pierda la vista jugando a matar unos marcianitos a los que ni ve bien ni entiende de donde vienen ni a donde van porque el niño tiene 6 años. Pero claro, Alejandro, el niño del vecino tiene esa consola así que el nuestro también; y para colmo el vecinito viste de marca, así que nosotros no vamos a ser menos. Y con tanta tontería y tanta bobada nuestros niños se convierten en medio tontos que lo único que valoran es el "tanto tengo, tanto valgo" desde la guardería. Y llega la Navidad y nos importa poco que la abuela esté en la residencia, no hay tiempo para ir a ni a verla, pero eso sí, la visita al centro comercial que no falte.

Es posible que yo me convierta en esto que tanto critico, pero estoy segura de que mientras pueda me resistiré.

13 Comments:

Blogger Javier López Clemente said...

si, ya esta aqui como todos los años, y nosotros a rezar para que sus garras no nos destrocen, para mantener un mínimo de dignidad y que lo mucho que consumisnos no nos siente demasiado mal, ni al bolsillo ni a la decencia.
De jueguetes, niños aporreadores, padres ciegos, mudos y sordos y Papanoeles escaladores estoy hasta sálvese la parte.

Salu2 córneos (y esos cuatro grados bajo cero no se pueden comparar a cuando el cierzo azota zeta ;-)

7:17 p. m.  
Blogger Zanzara said...

Tienes razón en todo. Pero es además, los padres llevan a los niños a que les vean comprar los regalos???? Ya no queda ni la ilusión, ni se preocupan por comprar las cosas a escondidas... es una lástima..

Besos!

11:34 p. m.  
Blogger Desesperada said...

tranquila, no creo que acabes haciendo nada de eso. coincido plenamente en que meter a los niños en esos centros comerciales es demencial. bicos.,

2:13 a. m.  
Blogger Dr. Espinosa said...

Denoto por sus palabras que es usted muy joven y que, por supuesto, no tiene hijos. ¿Sabe cuál es el error que cometen muchos padres? creer que a su hijo han de enseñarle y educarle o culturizarle constantemente. Si llevas a un niño a la biblioteca ten por seguro que se aburrirá, y mucho. Igual que si lo llevas a un museo, si en el coche le pones música clásica (eso que ahora está tan de moda). Un niño necesita jugar y así es como aprende, se educa y se culturiza. ¿Quieres que ame la lectura? entonces cuéntale cuentos, día y noche, haz de su vida una eterna fantasía, más adelante los buscará él. ¿Quieres que ame la naturaleza? ve al campo con él, enseñále. La música escoge la que a él le guste, siempre, dejémos que desarrollen su sentido del gusto, que tengan sus propios criterios. ¿Qué juegue a la consola? por supuesto, de nada sirve alejarle de los nuevos juegos de su generación (mi madre rabiaba contra el vídeo y el televisor y yo siempre pensé que era una carca) lo que pasa que no se le ha de dejar hacer eso tooodo el dí, como no es bueno dejar hacer tooodo el día una misma cosa, sea cual sea. ¿Qué quiere ver televisión? no hay problema, sobre todo buenas películas o dibujos que fomentan su imaginación a la hora de los juegos.

Son niños, y aprenden todo el tiempo, y no pasa nada por ir al centro comercial con tus hijos y dejarles destrozar unos cuantos juguetes, ilusionarse con ellos, pasar la tarde entera contigo. Luego nadie sabe si realmente tienen a la abuela en la residencia, o si el padre les deja todo el tiempo ante el televisor. A mis hijos les llevé a centros comerciales, y nos lo pasamos bien los tres, y luego en el coche contábamos historias, quizás pasábamos por el cine, pensábamos en alguna sorpresa para su madre, y llegábamos a casa cansados, después de habernos reído y haber pasado una tarde maravillosa. Lo importante no es lo que haces, sino cómo lo haces.

Es usted aún joven, y es maravilloso que tenga ese espíritu crítico, esa intención de querer algo más, distinto. Pero verá que luego ni es tan difícil ni tan malo, y que con los niños se aprende a disfrutar de todo. Incluso de una de esas cabalgatas de reyes que tan estúpidas, falsas, hipócritas y aburridas parecen.
Cuídese.

9:41 a. m.  
Blogger Desesperada said...

bueno, dr espinosa, aunque básicamente usted tiene razón en su argumentación, está hablando de un tipo de padre ideal, ese que juega con sus hijos, les lee cuentos, etc, y me temo que trébede habla de otro tipo de padres. tengo 36 años, muchas amigas con hijos y le aseguro que llevarlos al centro comercial no es por divertirlos, si no porque allí pueden soltarlos en las bolas del macdonald y respirar cinco minutos. creo que a eso se refiere trébede, a esos padres que, en lugar de hacer lo que es divertido y educativo para sus hijos, escogen hacer lo que para ellos es más cómodo. un bico.

3:33 p. m.  
Blogger Gubia said...

Dr. Espinosa; pues si, tiene razón desesperada, el tipo de padre que yo describo es aquel que para descansar de su hijo lo suelta como quién saca al perro a pasear. Claro que me gustará ir al centro comercial si algún día tengo hijos, pero espero no dejar que rompan nada y si lo hacen no reir la gracia. O dejar que pierda los ojos en la consola cuando los deberes estén por hacer o cuando tenga 6 años y no juegue más que a matar marcianos. No me gustan ni los padres ni lo hijos repelentes, los niños son niños y como tal deben comportarse, critico al padre que es más irresponsable que su hijo.
No soy tan joven, podía tener hijos perfectamente, pero veo muy de cerca la educación de algún niño, sobre todo en la familia y según los padres y su forma de educar veo también un abismo entre niños de la misma edad. Y vuelvo a decir, que en su día si soy madre comoteré esos errores y más, aunque intente evitarlo.Gracias a todos.

3:56 p. m.  
Blogger Javier López Clemente said...

Un debate interesante, si señor y me alegro por ello.
Yo no tengo hijos y espero que eso no invalide mi opinión.
En este caso, como casi siempre, la justa medida es lo aducuado: Ni todo el día en la biblioteca ni todo el día en el Centro Comercial. Para eso están los padres, para dosificar, poner límites y dar ejemplo.
Mis padres hicieron lo que pudieron, creo que a veces se equivocaron pero les agradezco que me hicieran ver con meridiana claridad dónde estaban los límites, esa es la cuestión: Dónde ponemos los límites, y por lo que veo, muchos padres no ponen límites. Pero tambien están esos otros padres, y conozco a varios, que se preocupan por la educación, el juego y el desarrollo integral de sus hijos.

Salu2 Córneos.

4:17 p. m.  
Blogger Meri said...

Gubia, ya sabes que suscribo lo todo aquello que has escrito..
Yo creo que mis padres, por suerte, me dieron una buena educación, me inculcaron los valores correctos y motivaron mi curiosidad. Tambien me han llevado al centro comercial con ellos, pero nunca me dejaron 'abandonada' en las famosas bolas..jaja!

En fin, yo quiero ser madre algún día y creo de veras que no voy a ser una madre irresponsable porque tengo las cosas bastante claras en ese aspecto. :D

Un besote!!

4:01 p. m.  
Blogger Glory said...

Bah, hay gente para todo.

Nos volvemos todos locos en estas fechas, pero lo niños viven de la ilusion de las navidades, de los reyes, de las luces, villancicos...

Todo con un control nunca es malo!

besoss

2:03 p. m.  
Blogger J77 said...

La educación de las casas cada día es peor, yo lo tengo claro, cuando tenga crios un juguete y nada más, se acabo eso de acumular y acumular.

Besos

7:36 a. m.  
Blogger Fernando said...

Navidad...precioso momento de consumir como animales desbocados....ufff...me siento un reno ...besos

5:10 p. m.  
Blogger Dr. Espinosa said...

Me gustaría apuntar que no hay padres ideales, desde luego que yo no lo fui. Si bien siempre disfruté de la compañía de mis hijos también fui muy exigente y estuve muy metido en mi mundo de químicas, físicas y planetas, a veces no les di la atención merecida. Es imposible ser padre perfecto porque es imposible ser persona perfecta.
A veces, cuando te pasas con niños muchas horas al día muchas semanas al año pecas de querer librarte de ellos de la forma más burda que existe, en el caso de unos es soltarlos como perros por el centro comercial, en el de otros plantarles delante de la televisión, otros que hagan siete actividades extraescolares por semana... y todo por conseguir un rato de libertad en el que soltar un suspiro.
El problema de esto es que cuando se hace de vez en cuando es saludable, no para ellos ni para los hombrecillos de los centros comerciales, pero sí para el progenitor y en ese momento no importa ser completamente egoísta, a veces no importa serlo en absoluto. Claro que si se convierte en costumbre y lo que ocurre es que uno no soporta su paternidad entonces el problema es otro, y va mucho más allá de soltarlos en el tan nombrado centro, es ese que usted plantea en la sombra y yo he entendido desde el principio, sólo que me ha parecido demasiado generalizado, y creo que el caso que yo expongo es más bien mínimo.
La mayoría de los padres adoran a sus hijos solo que no siempre saben que hacer con ellos, no es fácil ser padre sin olvidar que también eres persona, a veces no es compatible, y los crios exigen mucho. Conseguir ese equilibro es posible, pero no está al alcance de todos, y en según que casos se trata de pura y simple inexperiencia o incompetencia, sin demasiadas intenciones; como aquel que no se le da bien la fontanería.

Supongo que cabe la posibilidad de añadir que si no sabes tener hijos no los tengas, pero nadie sabe que no se le dará bien hasta que no los tengas, y una vez son tuyos jamás te darás cuenta de que quizás estés errando, porque no hay reglas ni modelos a seguir, cada uno improvisa como puede, y al final las respuestas te las da el tiempo y la relación que conservas con tus hijos cuando estos son adultos. Es uno de los trabajos cuyos logros se ven con los años, como un buen vino.

Y perdone si le incomodó que acusara a su edad, recuerdo que yo de joven me exasperaba contra esos viejos que me acusaban de ser joven, como si esto fuese un problema... y fíjese, ahora me he convertido en uno de esos viejos que aleccionan a los jóvenes, supongo que es inevitable, pero no lo hacemos porque les creamos equivocados, sino porque somos perros viejos que cometemos el estúpido error de creernos que estamos de vuelta, cuando estamos tan perdidos y confusos como cualquier otro. Esta bien eso de recordarnos que la edad no es sabiduría, así como la juventud tampoco es falta de ésta.

Cuídese.

7:43 p. m.  
Blogger Javier López Clemente said...

Una réplica brillante Dr Espinosa.

Salu2 Córneos.

8:01 p. m.  

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