Trébede

viernes, septiembre 01, 2006

ANOCHE

Anoche hicimos el amor como cada día en esta corta eternidad. La pasión, el deseo y este amor, llenaron la habitación. Al final solo queda su respiración acunando la mía y nuestros cuerpos tendidos uno junto a otro.

Ayer sentía su abrazo, me apretaba con fuerza contra su pecho y susurraba despacio y bajito "te quiero, te quiero". Mi cara jugaba al escondite con la piel de su pecho y en mi pelo sentí el masaje de sus manos, suave y delicado.

Ayer, mientras me abrazaba, me aferraba a él como un naufrago a la última tabla que el mar le brinda, y lloré. No pude controlar la emoción y lloré, no quería hacerlo pero lo necesitaba. En ese momento, el tiempo se paró, sólo quedaban nuestros cuerpos abrazados, mis lagrimas recorriendo mi cara y muriendo en sus brazos.
Las palabras, los sentimientos y las emociones se quedaron anoche mojando las sábanas.

5 Comments:

Blogger Zebedeo said...

Jo, que envidia.

6:45 p. m.  
Blogger Javier López Clemente said...

Shhhhhh.
Silencio, dejad solos a los amantes.

11:39 p. m.  
Blogger J77 said...

bonito

8:02 a. m.  
Blogger Escritor en el Tejado said...

De acuerdo con el ratón y... con zebedeo (qué le vamos a hacer). Como dicen en los tablaos flamencos: ¡Que no decaiga!

3:10 a. m.  
Blogger Ana said...

:-)

12:38 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home