Trébede

viernes, agosto 18, 2006

UN RAYO DE SOL

El otoño, o un anuncio de su próxima llegada se ha colado en nuestra vida en pleno mes de agosto. Hace frío, llueve y el viento del norte nos recuerda que queda poco verano por disfrutar.
No me gusta nada el otoño, me cuesta adaptarme al cambio y este simulacro de estos días me gusta aún menos.
Como todas las tardes después de comer hemos ido a tomar un café juntos, unos minutos para vernos antes de volver a trabajar, pero lo suficiente para encarar la tarde con alegría.
No sé por qué, pero ahora mismo mientras veo las nubes grises moverse de un lado a otro sobre los tejados, empujadas por este viento frío, recuerdo sus palabras hace unos días, mientras compartiamos nuestro café en una terraza: "¿Sabes?, este es el lugar donde más luz hay, no he visto el sol lucir como aquí, ni tan siquiera en el sur. Todo se llena de luz y hasta a mis ojos les cuesta acostumbrarse", me dijo mientras sonreía.
Espero que vuelvan los días de sol, aún queda verano por delante y espero también escuchar como me repite que nunca vivió en un sitio con tanta luz y con tanta intensidad, porque eso me hace sentir bien.
Mientras pasa el temporal, comparto su risa y todo lo demás, no puedo pedir más o quizás si...un rallito de sol.

jueves, agosto 10, 2006

LA FERIA

Después de unos días de relajo y fiesta, he vuelto a la vida normal, es decir, a trabajar a caminar un rato por la tarde y como es normal desde hace un tiempo, a pasar el mayor rato posible junto a Valen.

Caminamos muchas tardes por la orilla del Canal de Castilla, es una suerte poder hacerlo y disfrutar de un atardecer a su orilla, de las esclusas que cuando están abiertas van soltando agua. En fin, que es todo un descanso después del trabajo en uno de esos días de calor y agobio por todos los "forasteros" que vuelven a casa por navidad, como el anuncio pero en versión veraniega.

Ayer caminabamos charlando y riendo por la orilla del canal y nos dimos cuenta de que está tan concurrido que parece la plaza del pueblo o un centro comercial de cualquier ciudad, ¡que trasiego de coches y de gente!. Toda esta movida se debe a que ahora en esta zona se puede pescar cangrejos. Algo que ha estado prohibido durante muchos años por aquí y ahora puede hacerse.
El camino lleno de encanto, la tranquilidad, los ratoncillos de campo que salían a tu paso y hasta las piedras de las viejas casas del canal están perdiendo toda su alegría. ¿El motivo? muy sencillo, en quince días el camino parece un basurero; todo lleno de bolsas de plástico, restos de comida, un montón de coches aparcados por todas partes.
Me da pena porque no respetamos nada, se puede ir de pesca pero no se puede ir con la abuela, la tía, la niña, la merienda y la radio a todo volumen escuchando a Camela.
Mas que la orilla de un río o un canal, esto parece la feria, solo falta un puesto de churros y un bar para completar la estampa.

Si en unos días esto está como está, no quiero ni pensar lo que será la historia dentro de un mes. Me da rabia y pienso en los pobres animalillos que viven por aquí. Las ardillas, los ratones, los topos y hasta las truchas..tienen que estar que trinan, hartos y enfadaos y no me extraña. Eso por no hablar de los pobres cangrejos; al final me doy cuenta de que los hombres cada día, estropeamos un poco más todo lo bello que nos rodea.

viernes, agosto 04, 2006

SABOR A VERANO

Huele a fiesta, si, este fin de semana el olor a alegría parece llenarlo todo. Siempre he disfrutado de estos días, al final acaban siendo lo mismo año tras año, pero la ceremonia a pesar de repetirse no me cansa.

Las caras amigas son las mismas, los besos que vamos dando a los conocidos que vuelven por unas horas también se repiten. Pero el tiempo que va marcando a fuego su paso en nuestras vidas nos va dejando una nueva visión de lo que va pasando de año en año.

Hoy comienza la fiesta y si cierro los ojos, puedo intuir el olor a cangrejos de río recien cocinados por mi madre, oigo las risas en los bares y algún que otro bailoteo en la verbena. En fín, esto es un pueblo en fiestas, es parte del sabor a verano.

jueves, agosto 03, 2006

VOLVER

Llevo un montón de tiempo queriendo volver a escribir, lo intento y cuanto más lo dejo más me cuesta. Asi que de nuevo voy a ponerme manos a la obra, estoy distraída y con muchas cosas rondando mi cabeza; después de los días de descanso he vuelto a subir a mi noria particular y la vuelta a la rutina también me anima a volver a contar mis cosillas aquí.

La semana pasada escribí un relato, era cortito y aún no tiene el punto que le buscaba al escribirlo. Cuenta la historia de un chico normal que empieza a encontrarse mal, cansado, y con mucha aceleración. Después del susto inicial descubren en el hospital que tiene un problema, nada grave, solo que tiene dos corazones. No es nada grave pero sorprende. Aún está por rematar, pero creo que estaría bien tener dos corazones, al fin y al cabo, muchos de nuestros órganos vienen en parejas; dos riñones, dos brazos , dos piernas, dos ojos...


Yo con dos corazones, me dedicaría a querer el doble, a sentir aún más y a vivir más intensamente. -Espero que pronto pueda acabar, si la inspiración y la acelaración mental me lo permiten. Mientras tanto, sigo vagando por aquí...